Mamá que trabajas fuera o desde casa, que sales temprano, vuelves tarde o estás frente al computador con audífonos, y que a veces te preguntas si estás haciendo suficiente por tu hijo que aún no habla…
Este mensaje es para ti.
Sé que hay días en que te pesa no haber podido estar más presente, jugar más, hablar más, mirar más.
Que ves otras mamás que pasan todo el día con sus hijos y te preguntas si eso marcará una diferencia.
Y aunque sabes que lo haces por su bien, igual duele.
Pero quiero que sepas algo:
Tú no necesitas estar todo el día para impactar su desarrollo.
Lo que más transforma su lenguaje y su vida no es la cantidad de horas, sino la calidad del vínculo.
Tú eres su persona favorita, incluso en los ratos breves.
🌼 Un tip que sí puedes aplicar
Crea una pequeña rutina diaria, aunque dure solo 10 minutos, para estar con tu hijo de forma plena y sin distracciones.
💡 Puede ser:
- Cantar juntos una canción mientras lo abrazas.
- Leer un cuento antes de dormir, aunque sea el mismo cada día.
- Preparar juntos su leche o su colación, describiendo lo que haces.
- Sentarte en el suelo y jugar con un muñeco, sin celular cerca.
En ese rato míralo a los ojos, nómbrale lo que hace, repite sus gestos, ríe con él. Eso vale muchísimo más que horas en automático.
En mis asesorías, ayudo a las mamás trabajadoras a crear rutinas breves, prácticas y con impacto real, sin presión ni culpa. Porque se puede acompañar el desarrollo del lenguaje desde lo que ya eres: una mamá que ama.
🌱 No estás fallando, estás sembrando
Aunque no estés todo el tiempo, tu hijo te siente. Te escucha. Te busca. Y con lo que puedes darle, él florece.
La culpa no educa. El amor sí.
Y tú ya estás haciendo un gran trabajo.