- Ejercicios de fortalecimiento oral y motor:
Realiza actividades que fortalezcan los músculos orales involucrados en la deglución, como los labios, lengua y mejillas. Por ejemplo:- Ejercicio con pajillas: Motiva al niño a beber líquidos espesos (como yogurt o batidos) con una pajilla para trabajar la fuerza de succión.
- Soplar burbujas o inflar globos: Esto ayuda a fortalecer los músculos respiratorios y orales necesarios para una correcta deglución.
- Cambiar la textura de los alimentos de forma progresiva:
Introducir alimentos con diferentes texturas puede estimular los patrones de masticación y deglución. Comienza con alimentos suaves (como purés) y avanza hacia alimentos triturados o sólidos blandos según la tolerancia del niño. Esto les ayuda a coordinar los movimientos orales y a adaptarse a nuevas sensaciones en la boca.
Si el problema de deglución persiste o es complejo, siempre es recomendable acudir a un terapeuta de lenguaje o fonoaudiólogo especializado.